2 horas y media sentado frente a la VTR. Un ojo en mi monitor, otro en el monitor de la competencia, otro en el partido de Independiente, otro en la salida al aire. Una mano sobre un tape, otra sobre otro tape, otra sosteniendo una planilla de tiempos y otra sosteniendo otra planilla de tiempos. Ah, y otra buscando un tape perdido en la locura del
vivo. Hambre, sueño, ansiedad, nervios hasta el final. El
minuto a minuto en cualquier momento se carga a alguno.