"He visto a los mejores cerebros de mi generación..."
Los diversos canales de comunicación (e incomunicación también) que nos prodiga Internet pueden llegar a ser tantos como incontables. A primera vista, el medio más popular es el Messenger, algo que nunca voy a llegar a entender del todo. Los más jóvenes insisten en pasar horas mandando emoticones y abreviaturas como q, pq, tb, y otras fórmulas cuasi-ininteligibles. La "jerga MSN" nos incomoda a los más viejos y conservadores que no comprendemos cuál es el sentido exacto de "X me desadmitió" o "Y me tiene en sus contactos pero con la dirección vieja". En fin, la lengua es mutable e inmutable a la vez, según el viejo Saussure. No deberíamos desesperar.
Uno de los casos más sorprendentes es el de las adolescentes que rentan computadoras en un cyber y chatean entre ellas... ¡a apenas metros de distancia real! Lo he visto con mis ojos, créanme. Y en ciertos ámbitos laborales, pude comprobar que varias personas utilizaban este medio para hablar mal de un tercero que se hallaba justo en el medio, en la misma oficina y respirando el mismo aire viciado. ¿Cómo sumarme a esta locura? No, por favor, paso.
Uno de los casos más sorprendentes es el de las adolescentes que rentan computadoras en un cyber y chatean entre ellas... ¡a apenas metros de distancia real! Lo he visto con mis ojos, créanme. Y en ciertos ámbitos laborales, pude comprobar que varias personas utilizaban este medio para hablar mal de un tercero que se hallaba justo en el medio, en la misma oficina y respirando el mismo aire viciado. ¿Cómo sumarme a esta locura? No, por favor, paso.
Ah, la era digital. ¿Sabe que yo la aborrezco? No sé por qué, pero mep lace más el contacto personal.
Mañas de la vida.
Cordialmente,
Yo.
por Unknown, a las 12:11 p. m.
Guarda que el Gobierno de la Ciudad persigue a los bloggers... no nos queda otra que el meeting digital, entonces.
por Suarez, a las 2:37 p. m.
Odio profundamente todo lugar en el cual para decirme "te quiero mucho" me escriban TQM o, lo que es peor, T Kero (ayyyy)
por EmmaPeel, a las 8:34 a. m.
Debe ser terrible... en un caso así, yo sospecharía que no me quieren nada de nada.
por Suarez, a las 5:38 p. m.
Yo echo de menos otros momentos culturales, como ése al que hace referencia el título de tu artículo, Ginsberg, Kerouac, Bob Dylan y toda una generación de mentes que sabían lo que querían decir y lo gritaban, y además creaban... ahora no tenemos qué decir, o la creatividad ha muerto, o se la frivoliza. Y nací en el 82, y mi generación no es la peor de todas, pero todo esto es desesperanzador...
por Anónimo, a las 7:28 p. m.
Tranquila Ana, que en cualquier momento alguien hace un cut & paste de mensajes de texto y te arma una novela "revolucionaria"...
por Anónimo, a las 11:42 p. m.
Sí, ahora me siento mucho más tranquila. Mientras tanto, voy a mandar unos cuantos mensajes de móvil con letras de Joni Mitchell a ver si enardezco a las masas... eso sí, abreviados, que si no no caben.
por Anónimo, a las 2:28 p. m.
La denominación "móvil", en eso -ustedes los peninsulares- son más inteligentes, aquí se le dice "celular"... Podés hacer spam vía sms. Quién te dice...
por Anónimo, a las 9:07 p. m.
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