LSD, Sandoz y la longevidad
¡Albert Hofmann cumple 100 años! Supe de su existencia gracias a Antonio Escohotado (uno de los escritores más lúcidos a la hora de disertar sobre el uso de las drogas, conocido a nivel mediático por su aparición en sucesivos programas de Chiche Gelblung) y desde esa lectura lo recuerdo entrañablemente. La historia conmueve hasta decir basta: un científico que hace del laboratorio para el cual trabaja (Sandoz) un monstruo a escala universal -sus hallazgos químicos lo hacían descollar entre el resto de los estudiosos suizos- sufre un accidente en su trabajo. El resultado: descubre (por error) el LSD. Decide abandonar el laboratorio y retirarse de la ciencia. Los Andes lo cobijarán para siempre y entre las montañas experimentará las veleidades de la novedosa sustancia. Longevo como su amigo Ernst Jünger o William Burroughs, demuestra que la pureza de las drogas y su aplicación en dosis mesuradas no sólo no causan daños sino que mejoran la calidad de vida de los consumidores. Feliz cumpleaños.
Decide abandonar el laboratorio y retirarse de la ciencia. Los Andes lo cobijarán para siempre y entre las montañas experimentará las veleidades de la novedosa sustancia
Un poco raro esto de que Hofmann se retirara a los Andes. Lo cierto es que Hofmann siguio trabajando para la Sandoz hasta su jubilación en 1971 (28 años después de su hallazgo más famoso), y su única excursión montañera, aparte de las que pudiera haber realizado por la zona de los Alpes, tuvo lugar en la Sierra Mazateca de México, cuando fue a investigar sobre la Salvia Divinorum y proporcionó a María Sabina psilocibina sintética (su segundo descubrimiento psicoactivo).
por Johnny Lingam, a las 3:39 p. m.
Es verdad. Cuando tipeé "los Andes" creía estar escribiendo "los Alpes". Tengo ciertos problemas en la vista que ya me encargué de explicar en este blog. Por otro lado, este tipo de riesgos se corren al postear con poco tiempo y desde el trabajo. ¿Querés ser mi editor?
por Suarez, a las 11:18 p. m.
¿Esto es alguna apología sobre las drogas de uso social? Mirá, yo soy más bien abierto en ese sentido: si alguien quiere drogarse, que se drogue, será responsable -o víctima- de su hábito.
Cordialmente,
Yo.
por Unknown, a las 5:03 p. m.
"Apología" es una palabra del ámbito judicial que no me atrevería a emplear, pero me gusta la figura del científico que aprueba una mejora de la calidad de las drogas. Como sabemos, tanto la ciencia como la medicina son disciplinas (y ambientes) ultra conservadores y poco abiertos al cambio. Por otro lado, Hofmann dice haber probado LSD sólo unas 30 veces (en 50 años), por lo tanto, se trata más de la "apología" de una experiencia antes que la de un hábito.
por Suarez, a las 6:13 p. m.
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