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Los escombros

es el blog de Diego Suarez: los límites desdibujados entre lo público y lo privado

El blumberismo no descansa

sábado, julio 29, 2006

El liberalismo argentino (como se suele decir: conservador en lo económico) muestra aún en las cadenas de mails de sus representantes su ignorancia, su egoísmo (jamás enviarán un forward a favor de la salud pública, la educación o una simple mejora comunitaria) y básicamente, su mal gusto: usar como font la Comic Sans y en negrita es un ejemplo de que no todo se consigue con dinero...

Claro que no es política, ¿será el primer paso para una sociedad de autogestión, libertaria, que se movilizará ante cada desigualdad y no por el miedo a los posibles "locos de Belgrano"?

Impasse

miércoles, julio 26, 2006
Difícilmente vuelva a postear mientras Alina continúe con sus recaídas. Mi rol de asistente de nebulizaciones me obliga a postergar toda actividad no remunerada.

Transporte público de misivas

lunes, julio 24, 2006
Dos peruanos se suben al colectivo con toneladas de cartas en bolsos y changuitos. Taponan el pasillo con su carga mientras se sientan y sacan planillas de sus mochilas para llenar durante el viaje. El logo de Fast Mail - Correo Privado los identifica como carteros, aunque lo de "fast" me parece que está de más: a la altura de Forest y Alvarez Thomas, una camioneta de DHL nos primerea en el semáforo casi en rojo y desaparece por Elcano. Los peruanos, compenetrados en su labor administrativa ambulatoria y con las cabezas gachas, ignoraron la breve confrontación con el correo internacional, hegemónico y demagógico.
Llegamos al fin del recorrido. El 65 se detiene en Barrancas de Belgrano y me bajo primero, por la puerta delantera. Antes de agarrar por Juramento me doy vuelta. Todos los pasajeros ya habían descendido, menos el equipo de Fast Mail, que aún luchaba con su excesivo equipaje. El chofer, deseoso de salir raudamente a efectuar el camino de vuelta, les hacía señas para que apuren. No entendió que los tiempos de Fast Mail son inescrutables y que las cartas, de todos modos, llegan a destino.

Primicia

viernes, julio 21, 2006

"Lo que más les gusta a los bloggers es escribir sobre ellos mismos", titula el gran diario argentino en su sección "Último momento".

"Es de sodomita afrancesado..."

jueves, julio 20, 2006
Siguiendo la línea de Tu secreto, hay un nuevo espacio para la risa fácil, breve y culposa, para que nos invada una íntima voz que nos sugiere "¿no deberías estar haciendo algo valioso antes que leer esto?". Me refiero a Es de putos.

Los productores de televisión

miércoles, julio 19, 2006
Los productores de televisión eluden la paciencia y la inteligencia porque se mimetizan con el medio para el cual trabajan. Levantan el tubo del teléfono y llaman a cualquiera, para que nadie desconfíe de sus energías y predisposición al trabajo. Sus celulares suenan cincuenta veces por día, y de esas llamadas con suerte dos o tres resultan fructíferas, las demás sirven sólo para seguir estableciendo contactos infinitos. Suelen leer poco, más que nada diarios, y si lo hacen es para robar una nota, nunca por el placer de la lectura misma.
Los productores de televisión caminan apurados por los pasillos aunque no tengan nada para hacer. Maltratan a los camarógrafos y/o asistentes, creen que sus gustos equivalen a "lo que la gente quiere ver" y resucitan a Doña Rosa en cada situación adversa. Hablan en código, e intantan negociar con conceptos como el "prestigio", el rating o la fama para conseguir favores, canjes o entrevistas.
Los productores de televisión nunca dudan. Lavan sus culpas en consultorios psicoanalíticos y festejan todo, absolutamente todo, en selectos reductos de Palermo H. o Puerto Madero. Una gira constante cuyo sentido reside en no pensar nada, como cuando hacen zapping apelotonados en sus puffs y reciben mensajes de texto que contestan al día siguiente. Pérdonalos, Señor Televisor, porque no saben lo que hacen.

Villa Crespo

sábado, julio 15, 2006
vivo en un edificio tan oscuro
que no se ve ni desde el Google Earth
torres vecinas proyectan sombra
sobre las plantas que no regué

por Juan B Justo se expande el Zonda
villacrespense, violento y fatal;
apura el paso el vendechurros
que al fin en Warnes ganará su pan

cae la helada del amanecer
voy hacia el parque buscando sol
los carteles de inmobiliarias por doquier
confirman que el mundo nos abandonó

El primer día que fui a una cancha

martes, julio 11, 2006
Tenía 7 años. Mi viejo estacionó el Falcon rojo morisco sobre la calle Humboldt semi vacía. Lo recuerdo bien porque el paisaje en las adyacencias de Atlanta no ha cambiado en absoluto. Ya había empezado el segundo tiempo y por supuesto entramos gratis. Caminé lentamente por el playón que está detrás del arco de la calle Padilla y escruté, junto a mi padre, la tribuna popular visitante cubierta en un 70%.
Escalamos en una zona lateral casi hasta el límite, donde se expande ese cerco azul y amarillo de chapa visible desde Dorrego, allí donde pasan quinientas líneas de colectivos. Me di vuelta hacia el campo de juego y en ese momento comenzó la media hora más apasionante de mi vida futbolística: por primera vez el espectáculo total del fútbol me envolvía y me despojaba del individualismo infantil para volverme uno con la masa. Me costaba creerlo. Bochini arrastraba al equipo hacia mí, a fuerza de toques cortos y amagues lograba que vea más de cerca a Reinoso, Franco Navarro, el Gringo Giusti, el Loco Enrique (mi papá: "ése es Enrique, es un hijo de puta en serio, cuando juega contra el hermano siempre lo caga a patadas"). Independiente le ganó 1 a 0 al Deportivo Italiano con un gol de penal de Ingrao. Atajó Sergio Bernabé Vargas porque Islas descansaba luego de la fractura de tibia y peroné que le propinó Pajurek, del Racing cordobés. Tuvo algunas salidas en falso que me dejaron boquiabierto, aunque me pegó mucho más fuerte el mero hecho de estar en medio de la hinchada. Un paraguayo apellidado Cartamán, mediocre wing izquierdo, reemplazó a Barberón faltando muy poco para el final. Le tengo que agradecer por su penosa actuación: generó un groserísimo "Cartamán, la concha de tu madre" (emitido por un simpatizante pelilargo y en cuero) que me conmovió como nunca pudo hacerlo insulto alguno. Me di cuenta de que me faltaba mucho por aprender en esa vertiente del lenguaje. Y salí del estadio feliz, esperanzado, creyendo que Independiente podía consagrarse campeón e imaginando las puteadas que aún no conocía.

Mi abuelo materno

domingo, julio 09, 2006
Armó un barco dentro de una botella
que usé como pisapapeles durante años difusos
me vio en muy pocas, contadas ocasiones
y me regaló una vez cincuenta pesos/dólares
que no quise aceptar
como si un billete significase algo
parecido a la constancia, el sacrificio o la confianza
y demás valores morales

en la foto tiene un arma entre sus manos
cierra un ojo para mejorar la puntería
cuando cerró los dos definitivamente
lo cremaron y lo depositaron dentro de algo
que aún hoy ignoro por conocer tarde, muy tarde la noticia
como todo lo que siempre supe de él.

Habiendo escalera no nos responsabilizamos

viernes, julio 07, 2006
Apenas cierro la puerta del ascensor y la alarma sigue sonando. Un botón rojo, con su tintineo, me obliga a apretarlo y desciendo seis cinco cuatro en la pared dos uno y se termina la película de los números. Se abre el telón metálico y da paso a la realidad. La mesita del portero comprada en Easy, sin barnizar. El diario apoyado, la folletería de supermercados también. Bajan otros tres y la alarma vuelve a sonar. Esto fue lo más parecido que me pasó a Chernobyl.

La pequeña muerte

domingo, julio 02, 2006
La primera reacción (más bien la única, me sentía en coma) que tuve tras el último penal atajado por Lehmann fue la de arrancar una hoja de un cuaderno ajeno y escribir, casi en trance: Ustari; Coloccini, Gonzalo Rodriguez, Milito; Zabaleta, Mascherano, Gago, Maxi Rodriguez; Agüero, Tevez y Messi. Reconozco que no pude, igualmente, conjurar el dolor de esa pequeña (e indeleble) muerte futbolística: la de estos dos chicos nacidos en el club de Maradona y ninguneados en la gestión de Marcelo Bielsa. Simpre creí que Cambiasso se iba a comer el mundo apenas le diesen una chance, que Riquelme iba a iluminar los corazones de los hinchas propios y ajenos, que juntos cerrarían un ciclo victorioso y brillante que comenzó en Parque, alcanzó su punto máximo al levantar la copa en Malasia 1997 y se derrumbó, injustamente, hace algunas horas en Berlín. No me conformo con los 25 toques. Que se detenga el tiempo y que Román sonría, que el Cuchu deje de llorar. Que se elimine el sistema aburrido y ridículo de los penales. Que Argentina salga campeón.

Cómo vamos a meter un gol así

sábado, julio 01, 2006
No se me ocurre mejor explicación para la insoportable despedida de Argentina que la redactada al pasar por un lector inglés de The Guardian antes de empezar el alargue: ""Bad luck with the keeper needing replacing, but taking off Riquelme and Crespo and leaving no room for Messi!" cries Ben Hewitt. "Where's Argentina's goal going to come from? Don't tell me they want to go to penalties with their second-string keeper."" Igualmente, como en toda gran tragedia, abundan las excusas y al mismo tiempo, sobran. Me quedan cuatro años más para al fin entender qué es lo que salió mal.