El domingo quería ver
Paso a Paso para echarle un vistazo rápido al resumen de la fecha (desconfiaba de la televisación en vivo y su percepción pulsional). Mientras estaba por alcanzar TyC Sports, el canal 7 (exiliado en el 15…) me puso una trinchera. No pude pasar de allí. David Viñas daba misa frente a un Felipe Pigna complaciente y tirador de centros para que el viejo carraspee sus “desde ya”, “y va de suyo”, “para no abundar”… Por supuesto no faltaron
las parejas, las comparaciones de figuras políticas actuales con
gentlemen del siglo XIX y la nostalgia por los intelectuales críticos de antaño, entre otros tópicos de su manual. A veces pareciese que sólo basta con cambiar los nombres: las estructuras de su sistema de lectura permanecen y se eternizan por la contundencia del tono empleado, el énfasis del vozarrón detrás del bigote.