En esta relajada noche de sábado, bajo el efecto soporífero del refrianex, pude ver TVR después de mucho tiempo. Trataba de imaginarme a sus productores y editores, haciendo los tapes como si fuesen el brazo armado televisivo de Magnetto. Prostitución y televisión son dos palabras similares no sólo por la rima. Díganmelo a mí.
Desde siempre guardé una secreta admiración por los escapistas. "No estoy aquí, esto no está pasando", como un mantra, en el camino hacia la unánime enfermedad invernal. La solución onírica de un documento nuevo, un nombre extraño, pasar a la clandestinidad. ¿Cómo desaparecer?
Como en cada comienzo de mes, este viernes 6 de junio, a las 21:00, estaremos en Libario. Leemos junto a Juan Desiderio, Paula Jiménez y Osvaldo Bossi. Esperemos que el tiempo no nos apriete. Una noche no siempre alcanza para todo. Nos vemos...
El diálogo íntimo generado por la lectura silente ha bajado su volumen en fade, hasta alcanzar el soplido del mutismo absoluto. Los quiebres emocionales anulan todo imperativo intelectual. Vuelvo a foja cero. Es que leer y escribir forman parte de una misma e indivisible acción. El mejor lector es el mejor blogger confesional. El peor lector merece un fotolog, o una sesión de chat, o un "ser hablado" a través de fotos, videos y pirotecnia audiovisual ajena.
Extraño el componente libidinal de mi propia escritura, algo que siento perdido desde hace algunas semanas. Así, desalojado de mis propios gustos y costumbres, me queda un día -y nada más que un día, eh- para distraerme. Una jornada entera para recuperarme del sprint laboral sabatino y otra para recuperar la conciencia. Abro Bloglines. Leo en la pantalla. "One of us" de Abba en otra ventana, canción tan berretona como brillante, música incidental de la lectura que sustituye al teclear "como un perro que escarba su hoyo" -oh, las citas deleuzianas- y a la redacción masturbatoria. Leo el demolador post sobre la tele perpetrado por Link en su blog cuando, horas antes, había pasado por Perfil.com y ni siquiera había notado su presencia. Estoy entrenado para leer bitácoras, estoy desentrenado para chequear diarios digitales. Agnetha se lleva todo, ocupa un espacio vacío con lo que puede, abandona su carrera y hasta se olvida del idioma inglés. Yo seguiré desalojado, no esperen nada interesante de mi parte.