Estación húmeda
La ausencia del sol y el consecuente color plúmbeo del cielo de Barrancas juega a mi favor. Al fin pude divisar la punta del edificio que domina las alturas del terreno, allí donde los vidrios espejados siempre refractan los rayos solares. Ring ring, el chofer asiente y sale otro 65 de la plataforma, apurado por el chancho sedentario. Diez cuadras caminando bajo las nubes y a cien metros del trabajo, la tormenta que me detiene.
Las ráfagas de lluvia caen como en Hollywood: horizontales, oblicuas y empujadas por vientos espasmódicos. En menos de un cuarto de hora se inundó Blanco Encalada. Las zapatillas de lona no resisten y me dejan mojados los pies para lo que queda de la jornada.
Las ráfagas de lluvia caen como en Hollywood: horizontales, oblicuas y empujadas por vientos espasmódicos. En menos de un cuarto de hora se inundó Blanco Encalada. Las zapatillas de lona no resisten y me dejan mojados los pies para lo que queda de la jornada.
El sábado fue un día particularmente glorioso... hay que reconocer que el sol no se hizo para Buenos Aires, acá tiene que llover y chau...
y si no te gusta, ponete botas de goma, paparulo...
por Anónimo, a las 1:46 p. m.
El sábado fue un día particularmente glorioso... hay que reconocer que el sol no se hizo para Buenos Aires, acá tiene que llover y chau...
y si no te gusta, ponete botas de goma, paparulo...
por Anónimo, a las 1:46 p. m.
Claro, el señor desembarca en la "blogósfera" y empieza a comentar a lo pavote... y de glorioso no tuvo nada (conste que igual quería que Burru se vaya).
por Suarez, a las 3:03 p. m.
mire que tener que ir a laburar con ese día!
yo le decretaba franco de webeo con sus princess y listo
por EmmaPeel, a las 12:11 p. m.
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