Los chicos del maíz
La pantalla de MTV, anegada por los realities y los invasores zócalos repletos de mensajes de texto, de vez en cuando amaga con hacer reverdecer sus años de gloria, como en cada repetición del reciente unplugged de Korn. La "M" de la sigla vuelve a justificarse (¿hace cuánto que MTV dejó de ser un canal de música?), y con el mejor producto de la señal, el que jamás debería abandonar. Siempre, siempre será preferible ver a Jonathan Davis cantar, sollozar o desafinar antes que abriendo su heladera de doble puerta con cantidades industriales de comida chatarra en su interior.
El resultado, sin embargo, es desparejo. Hay dos maneras antagónicas de enfrentar el set list: limitarse a cumplir con una cómoda serie de grandes hits (como lo hicieron Pearl Jam, STP, Soda Stereo) o sorprender con covers de bandas desconocidas, invitados no estelares y temas propios olvidados por el gran público, corriendo el riesgo de -literalmente- fracasar. Esto último es lo que concretó, por ejemplo, Nirvana. Y Korn eligió transitar la misma senda. Pero invitando a músicos con más chapa (como Robert Smith o Amy Lee, devenida corista en una remozada versión de "Freak on a leash"), iniciando una de sus canciones con la excéntrica compañía de percusionistas japoneses (?) o interpretando hits ajenos muy cercanos en el tiempo. ¿Qué sentido tiene elegir "Creep" de Radiohead si no es el de reconciliarse con los noventa, así como un cover de The Cure para quedar bien con la década anterior y todos contentos? Tal vez, seguramente pensándolo bien, no se trate más de otra estrategia de mercadotecnia para llenar más la heladera de doble puerta.
El resultado, sin embargo, es desparejo. Hay dos maneras antagónicas de enfrentar el set list: limitarse a cumplir con una cómoda serie de grandes hits (como lo hicieron Pearl Jam, STP, Soda Stereo) o sorprender con covers de bandas desconocidas, invitados no estelares y temas propios olvidados por el gran público, corriendo el riesgo de -literalmente- fracasar. Esto último es lo que concretó, por ejemplo, Nirvana. Y Korn eligió transitar la misma senda. Pero invitando a músicos con más chapa (como Robert Smith o Amy Lee, devenida corista en una remozada versión de "Freak on a leash"), iniciando una de sus canciones con la excéntrica compañía de percusionistas japoneses (?) o interpretando hits ajenos muy cercanos en el tiempo. ¿Qué sentido tiene elegir "Creep" de Radiohead si no es el de reconciliarse con los noventa, así como un cover de The Cure para quedar bien con la década anterior y todos contentos? Tal vez, seguramente pensándolo bien, no se trate más de otra estrategia de mercadotecnia para llenar más la heladera de doble puerta.
Muy bueno lo de la heladera. Esa intimidad a la fuerza se vuelve desagradable. El que hizo alice in chains me parece un lindo disco.
por nahuel, a las 7:29 p. m.
Me había olvidado del de Alice in chains: gran show donde descolló el bajista cantando a la par de Layne Staley.
por Suarez, a las 2:43 a. m.
En realidad me parece un poco ambiguo el Unplugged de Korn.
Que invite a Robert Smith lo puedo entender. Ahora, que invite a Amy Lee es como cuando Avril Lavigne tocó "Fuel" de Metallica frente a ellos en el MTv Icon.
Reconciliarse con el pasado bueno, pero cederle el cetro a la edulcorada gordita de Evanescence me dio algo de tristeza.
por ajsoifer, a las 10:57 a. m.
No creo que le cedan el cetro, porque hace rato que Korn pasó a ser una banda irrelevante. A mí también me cayó un poco mal, pero todos sabemos que la mejor manera de "reinventarse" en un mercado donde los clientes más ávidos tienen entre 14 y 19 años es, simplemente, aliarse con sus ídolos.
por Suarez, a las 10:16 p. m.
Muy choto el unplugged, y a mí también me parece que la presencia de Amy Lee descalifica the whole thing...
por Anónimo, a las 1:42 p. m.
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